Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

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viernes, 20 de abril de 2018

El primer poema castellano de Antonio Machado

Es posible que Machado llegara en primavera a Soria, pues en mayo de 1906 tomó posesión de su plaza de profesor de francés en el instituto, aunque no la ocupará plenamente hasta el curso que empiece pasado el verano. Mientras tanto, está rehaciendo su librito Soledades (1903), para volverlo a publicar como Soledades, galerías y otros poemas. En realidad el librito no estaría terminado del todo, ya que ha cambiado mucho: desaparece parte de su carga simbolista –aguas, fuentes, etc.– y asoman poemas más directos, descriptivos, incluso líricos. O si el libro ya se ha entregado a la imprenta, lo que nace ahora, en el último momento, sí que va a tener cabida en la nueva edición, la de 1907, y desde luego se va a continuar en su próximo libro, Campos de Castilla (1912). Y no solo va a tener cabida, sino que AM va a colocarlo en el arranque del nuevo libro, que lleva como primer poema "El viajero"; ha suprimido varios de Soledades, y en noveno lugar aparece "Orillas del Duero", tejido sobre pies de romances (no creo que se imiten los hexadecasílabos a la francesa, de tres hemistiquios).

La poesía es todo un compendio de lo que va a ser "Campos de Castilla". Hela aquí:

Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario
girando en torno a la torre y al caserón solitario,
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno.
        Es una tibia mañana
El sol calienta un poco  la pobre tierra soriana.
        Pasados los verdes pinos,
        casi azules, primavera
        se ve brotar en los finos
        chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.
Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
        y mística primavera!
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
        espuma de la montaña
        ante la azul lejanía,
        sol del día, claro día!
       ¡Hermosa tierra de España!

Todos los referentes de la poesía machadiana inmediata están aquí, como pinceladas impresionistas: cigüeña, campanario, torre, golondrinas....; pero, lo que es más importante, aparece la descripción mediante la nominación, que va a ir dejando en el poema toda una carga emotiva, hacia los epifonemas finales, exclamaciones. Muy a la manera luisiana –fray Luis va a ser durante esos años el mayor referente poético de AM– el poema acaba arriba, en el momento en el que se balbucean y reposan (ha desaparecido el verbo) las nominaciones.  La retórica los llamará más tarde "sintagmas no progresivos". Bueno. Como en las mejores odas del conquense, la inercia nominal exclamativa eleva la emoción, como en el lenguaje coloquial.
Ese va a ser uno de los modos peculiares en los versos de Campos de Castilla.

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