Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

viernes, 6 de enero de 2017

El te puer


 
Como en cualquier otro lugar cuando llega el tiempo de las cosechas, el ciclo de la tierra culmina en trabajos, descanso y celebraciones. Durante el resto del año todo parece supeditarse a esos dos momentos especiales: el de la recolecta y las celebraciones. 


He pasado unos días por uno de esos lugares –como he ido contando–, aunque no en el tiempo de las cosechas, la primavera del te, hacia mediados del mes de abril; pero he recogido de las gentes del lugar muchas cosas de todo ese proceso, incluyendo modos de trabajo, de preparación, incluso de ventas. Casi todas las fotos que aquí van proceden de la familia que me acogió, una familia dai de las montañas (nansannuosan), a unos 30 kilometros de Jinghong, al sur de Yunnan.


y cada instantánea recoge momentos diversos del proceso, que incluye, como se verá, otros usos pagados a la tierra, como la utilización del bambú, el uso de los trajes regionales, con esos tocados femeninos, y todo un proceso de secado que culmina en una especie de paquetes con el te prensado, que es al final lo que se comercializa, con denominación de origen, tipo, antigüedad, etc. A los dai les encanta el color, entre ámar y amarillo, que toma el te una vez hecho antes de empezarse a beber, lentamente, saboreándolo. Nunca les he visto usar leche o limón, por cierto, aunque tampoco se lo he preguntado.


Hubo varios momentos especiales en la asimilación de la cultura del te, que han quedado reflejados en las fotos. Primero, cuando nos detuvimos en la cabaña de paja, camino del dashucha (el viejo árbol del te, de más de 800 años de antigüedad), para tomar el te allí, con unos amigos.
Otro, cuando la "gunian", la niña pequeña, se encargó de servirme un te, con toda la ceremonia, en la tarde de la Nochebuena, tal y como lo he reproducido en algún vídeo.
Quizá fue el tercero el te que tomamos después de aquella misma cena, tranquilamente, alrededor del fuego.
Algunas fotos recogen momentos de la recolecta y la preparación; y una de ellas, la llegada de la primavera. el tiempo de la recolecta.









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