Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

domingo, 24 de enero de 2016

El libro de Lin Qiao


En la isla de Gulangyu hay un hermoso jardín, en torno a una estatua femenina, al que se llega por una de las calles que descienden al mar, jalonada de esculturas que forman libros abiertos con frases de Lin Qiao, la benefactora que dedicó su vida a los enfermos y que allí reposa, desde 1988, cuando sus cenizas se trajeron de Beijing. Lin Qiao quería reposar en la isla en la que había nacido (1901) y en donde realizó sus primeros trabajos. Murió en la capital en 1984.
Las anotaciones de los libros recogen buena parte del pensamiento esencial de Lin Qiao, todo un código ético de la medicina, teñido de vitalismo, como en esta página:


[Peijin de andar por casa, sin tonos (por culpa del teclado): xin chu lai de tái yáng bi shen me dou hao. Wo aizhe ming lang de tian kong he zhé ming yin tian kong xia de sheng huo!]

"Nada se puede comparar al nuevo amanecer. Amo la claridad del cielo y la vida bajo ese cielo luminoso".

El viajero pasa, anota, traduce con paciencia, descansa en en jardín, donde hay una escultura de unos niños que juegan, y desciende hacia el mar, reconciliado y feliz.


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