Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

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sábado, 24 de diciembre de 2011

Métrica: Los pentasílabos (I)

Los índices de Métrica se encuentran en:

http://hanganadolosmalos.blogspot.com/2011/09/metrica-espanola-indices.html
Las combinaciones de los pentasílabos irán en entrada posterior



El pentasílabo es verso de combinaciones múltiples, sobre todo para quebrar heptasílabos en la seguidilla, desde finales del siglo xvi; o los endecasílabos de la estrofa sáfica, unas décadas antes; todo ello en contraste con su escasa presencia como verso autónomo al margen de la lírica tradicional. Sin embargo, es extraordinariamente abundante en la poesía actual, como componente de tiradas irregulares o en serie.
Como verso autónomo había aparecido en endechas desde el siglo xv. Son muy llamativos los usos en Nise laureada, de Jerónimo Bermúdez, y los miles que empleó Lorenzo Matheu en 1665 para traducir el Spill, de Jaume Roig, al español.
Brillante y sonoro, aparece como componente de bastantes metros mayores: como secuencia del decasílabo; final de los endecasílabos con secuencia 6.7, es decir, como un recordatorio del adónico; hemistiquio de los dodecasílabos premodernistas, en 7+5 y de otros metros mayores… Los neoclásicos acogieron su forma para un sinfín de composiciones propias aparentemente populares: tonadillas, romancillos, letrillas, etc. Durante el siglo XVIII alcanzó, en efecto, el rango de metro corto,  por ejemplo en fábulas de Hartzenbusch (“El pájaro y el niño”), Iriarte (El naturalista y las lagartijas), en las “cantilenas” de Nicolás Fernández de Moratín. Estos y otros autores—Meléndez Valdés, Iglesias de la Casa…-- moldearon en pentasílabos sus romancillos, tonadillas e incluso otras formas más complejas (como silvas y redondillas). Recogido por el romanticismo, que experimentó con su forma y combinaciones, no dejó de cultivarse profusamente desde entonces, incluyendo los modernistas. Otra fértil corriente procede de la poesía tradicional y de sus imitaciones, pues se documenta ya en las jarchas, en el famoso estribillo de Berceo (eya velar, del Duelo de la Virgen), como en muchos otros semejantes, e incluso en poemillas autónomos. Mientras la poesía tradicional los combinaba con versos de arte menor, los poetas modernos lo han hecho con todo tipo de versos, incluyendo los de arte mayor. Ejemplo de lo primero:

8    Perdime por conoceros,      2.7
5    ojos morenos,                   1.4
8    perdime por conoceros.      2.7

(tradicional)

Ejemplo moderno de Agustín García Calvo:
8      ¡Que bien se está en esta  fonda
5      de la estación
7      de Medina del Campo!,
7          uno no sabe ni cómo
5      ni para qué
7      ni de dónde ni cuándo
……………………
Los grandes poetas del barroco lo emplearon y precisamente en composiciones desenfadadas en las que su ritmo, como hemos señalado varias veces, se acomoda al de todos los versos de arte menor. Véase esta canción de Lope de Vega, en donde parece buscarse una alternancia 5/6 que reproduzca un ritmo semejante al de la seguidilla:

6   Ruiseñores bellos,       3.5
5   cuya garganta             4
6   en solfa del cielo        2.5
5   canta alabanzas,         1.5
6   poned en el libro        2.5
5   de sus hazañas           4
6   los divinos ojos          3.5
5   que han visto tantas.   2.4
…………

Las tres variantes posibles son 1.4, 2.4 o sencillamente 4, aunque esta última tiende a desarrollar un acento secundario en primera o segunda, por lo que se asocia a los dos anteriores: óooóo; oóoóo, oooóo. En realidad es el segmento mínimo que se constituye en verso de varias posibilidades rítmicas reales:

Heroicos     2.4
Sáficos       4
Dactílicos      1.4

Los extrarrítmicos comienzan a ser más abundantes: 1.2.4; 2.3.4; 3.4; etc. La forma dactílica suele ser la más utilizada en composiciones independientes. Así se encuentra ya en sor Juana Inés de la Cruz.
Véase un ejemplo de uso sinfónico, con todas las variedades:

En la olorosa,       4
áspera Alcarria,     1.4
antes que el Tajo  1.4
reciba el Arlas,      2.4
corriendo lentas    2.4
sus verdes aguas   2.4,
en un remanso      (2).4
hay una barca.      1.4

(Ncicolás F. de Moratín)

 2.4 heroico

si piza tuya        2.4
no más, llorona  2.4
incorregible,       4
tener pudiera     2.4
por breve rato.   2.4

(Carlos Germán Belli)


4  sáfico
La señorita       4
del abanico       4
……….
(Lorca)

1. 4 dactílico (es, además, una de las formas hemistiquiales del verso de arte mayor)

Torpe animal,     1.4
goza el permiso  1.4
………..
(Hartzenbusch)

muerte es beldad.      1.4
(Macedonio Fernández)

Menos tu vientre    4
todo es confuso.    1.4
Menos tu vientre    4
todo es oscuro.     1.4

(Miguel Hernández)

Se ha construido también como pie, en el llamado verso asclepiadeo (formado por dos pentasílabos).


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